Por: Eddy Silvera
Asesor Financiero | Panamá
Los bancos regionales están sacudiendo a los mercados. Si bien el estrés justifica la cautela, creemos que los inversionistas deben ceñirse a su plan a largo plazo.
Todo está llegando a un punto crítico al mismo tiempo
El estrés bancario sigue presente, la Reserva Federal probablemente acaba de concluir uno de sus ciclos de subida de tipos más agresivos de la historia y el techo de la deuda de Estados Unidos se acerca. Esta semana, las acciones han sentido la presión: de cara al viernes, el S&P 500 ha bajado más de 2% y el Índice Bancario KBW ha tenido su peor semana desde marzo. Mientras tanto, los bonos están demostrando ser un lastre digno, ya que los rendimientos (particularmente los de corto plazo) en general han caído.
Esta mañana, los futuros apuntan a una disminución del estrés y los mercados parecen conscientes de dónde se encuentran los mayores riesgos. Si bien los bancos regionales han experimentado una venta masiva (con grandes pérdidas esta semana para PacWest, Western Alliance y First Horizon), los más grandes han sentido menos el impacto y los mercados generales de Estados Unidos siguen un 6% más alto en lo que va del año.
La venta masiva ha sido más aguda para los bancos regionales, mientras que los mercados generales continúan más altos este año
Sin embargo, aun conociendo los riesgos, es difícil seguir un rompecabezas de piezas que se mueven rápidamente. Incluso con la Reserva Federal señalando que podría haber una pausa después de subir 25 puntos básicos en su reunión de esta semana (a un rango objetivo de 5-5,25%, el más alto desde 2007), los formuladores de políticas tienen un telón de fondo complicado: la inflación sigue siendo alta, el crecimiento es gradual y la desaceleración y estabilidad financiera siguen amenazadas.
Hoy, nos concentramos en el estrés continuo de los bancos regionales y cómo los formuladores de políticas podrían actuar para mitigar el impacto.
El problema
Foto: forbes.com
La preocupación por la fuga de depósitos parece haber pasado (al menos hasta cierto punto): tanto PacWest (que ahora está considerando vender su negocio) como Western Alliance afirmaron que sus depósitos aumentaron durante este período de estrés. En cambio, el mayor nerviosismo parece estar relacionado con la valuación de los bancos que han otorgado muchos préstamos a tasas bajas (consulte la explicación de Michael Cembalest) y el futuro de la industria bancaria regional en general.
Cuando el crecimiento se ralentiza, la morosidad tiende a aumentar ya que les resulta más difícil a las empresas obtener ganancias.. Los bancos enfrentan simultáneamente costos más altos (debido a la necesidad de ofrecer tasas de depósitos más competitivas) y un menor crecimiento de los ingresos (debido a una desaceleración en los préstamos), lo que ejerce presión sobre sus márgenes. No está claro cuánto daño podría haber en el futuro, especialmente dado que los bancos regionales tienen una exposición desmesurada al problemático sector inmobiliario comercial y todavía hay varios jugadores con grandes apuestas de duración en sus carteras. Además, los bancos regionales pueden tener menos capacidad para devolver valor a los accionistas, porque deben reconstruir las reservas de capital para cumplir con regulaciones más estrictas.
Todo esto hace que sea muy difícil para los inversionistas determinar cuál es el precio correcto para los bancos que parecen más vulnerables. Nuevamente, la venta ha sido masiva, lo que sugiere que ya hay mucha preocupación, pero podría quedar aún más impacto por venir.
¿Qué pueden hacer los formuladores de políticas para detener el sangrado?
Cinco opciones nos vienen a la mente:
Bajar las tasas de interés: podría ayudar a los bancos en problemas a controlar el desajuste entre sus activos (préstamos y carteras de bonos que han perdido valor a medida que han subido los tipos) y pasivos (depósitos que compiten con fondos del mercado monetario que ofrecen tasas más altas). El problema: la Reserva Federal ha dicho que no está considerando realizar recortes con una inflación aún alta, si bien los mercados continúan apostando por ello.
Aumento de la liquidez: esta semana, la Reserva Federal mantuvo el endurecimiento cuantitativo (QT) sin cambios. A pesar de que el Programa de Financiamiento Bancario a Plazos (BTFP por sus siglas en inglés) y la ventana de descuento garantizan que los bancos que necesiten liquidez puedan obtenerla, QT aún drena dinero del sistema financiero. Esto se traduce en presión sobre los depósitos y condiciones crediticias más duras. Es probable que el fin del QT no llegue hasta que la Reserva Federal reduzca las tasas.
Reformar el seguro de depósitos: varios líderes de la industria han pedido mejorar el seguro de depósitos de la Corporación Federal de Seguro de Depósitos (FDIC por sus siglas en inglés), que actualmente garantiza los depósitos hasta 250 mil dólares ante la quiebra de un banco. Aumentar o extender el límite podría reducir el riesgo de más corridas bancarias, pero es políticamente polémico y requeriría de la acción del congreso. Es posible, pero sería una gran hazaña.
Prohibir las ventas al descubierto de acciones bancarias: las pérdidas en las acciones bancarias se han visto agravadas por vendedores al descubierto que apuestan por precios más bajos. Esto significa que incluso los grandes bancos, con una base más sólida, están en la mira. La Comisión de Bolsa y Valores (SEC por sus siglas en inglés) podría prohibir las ventas en corto sin la aprobación del congreso (como lo hizo en 2008), pero existe cierta preocupación por el impacto no deseado de interferir en los mercados.
Apoyar la consolidación de los bancos regionales: la mayoría espera cierta consolidación en los bancos regionales. Esta podría ser la razón por la cual la ruptura del acuerdo entre First Horizon y TD Bank esta semana provocó tanta angustia, especialmente porque se citaron obstáculos regulatorios como la causa y los inversionistas la tomaron como una señal de que la consolidación podría no ser tan fácil si los reguladores trazan líneas estrictas.
En general, es probable que la preocupación en torno a los bancos regionales siga aumentando hasta que los formuladores de políticas forjen un mejor camino para los eslabones más débiles. Reducir las tasas parece ser la solución más fácil: mientras se mantengan altas, las preguntas sobre la rentabilidad futura de los bancos y las valuaciones de sus libros de préstamos pueden persistir. Sin embargo, con una inflación tan elevada, no es tan sencillo.
Pero si bien todas estas preocupaciones son válidas, los inversionistas también deben enfocarse en el panorama general
Las grietas son evidentes, pero según lo que sabemos hasta ahora, este episodio no parece ser otro 2008. No todos los bancos están bajo presión. La temporada de resultados también ha mostrado una resistencia impresionante por parte de las empresas estadounidenses: el crecimiento de las ganancias del S&P 500 parece que se contraerá un -2,3% en el primer trimestre respecto al año anterior, lo que sigue siendo una desaceleración, pero está muy lejos del más de -7% inicialmente previsto.
Dicho esto, el continuo estrés bancario indica que las cosas deberían empezar a ralentizarse. Los bancos probablemente prestarán menos en el futuro y la crisis crediticia en camino puede ser lenta: las pequeñas empresas ya indican que es más difícil encontrar crédito. Esto, a su vez, debería presionar el crecimiento. Los datos laborales comienzan a mostrar grietas (aunque el ritmo es aún sólido).
Seguimos enfocados en inversiones más defensivas que pueden ofrecer protección en una recesión
El rápido colapso de los rendimientos este año (y solo el de esta semana), demuestra por qué los bonos son esenciales. Estrategias como las notas estructuradas pueden ayudarlo a mantenerse invertido tanto en los días buenos como en los malos, a través de la protección de las ganancias y la construcción de un amortiguador contra movimientos adversos a la baja. Dado que los mercados de estadounidenses probablemente estarán agitados durante el resto del año, sectores como la tecnología a precios razonables, salud e industriales, así como oportunidades en Europa y China, podrían ofrecer una fortaleza relativa. Los activos alternativos también están bien posicionados para diversificar el riesgo de las carteras.
Sobre todo, apéguese a su plan de inversión. La historia indica que los inversionistas que siguen con sus planes durante períodos de volatilidad e incertidumbre están mejor posicionados para crecer su riqueza con el tiempo.
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