Tensión política, mercados en alerta y la independencia de la Fed: ¿Qué está en juego con Jerome Powell?

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Eddy Silvera | Panamá

En las últimas horas, los mercados financieros han comenzado a reaccionar con creciente nerviosismo ante una nueva ola de presión política dirigida al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell. El S&P 500 retrocedió con fuerza y el dólar cayó a niveles no vistos desde marzo de 2022, reflejando la inquietud de los inversionistas.

El detonante: una nueva crítica pública del expresidente Donald Trump, quien se refirió a Powell como "Mr. Too Late" en su red social, cuestionando su manejo de la política monetaria.

Pero más allá del titular llamativo, ¿qué hay realmente en juego?

La amenaza a la independencia de la Reserva Federal

La Reserva Federal fue diseñada como un organismo independiente, precisamente para blindar sus decisiones frente a ciclos políticos de corto plazo. Su credibilidad se basa en su autonomía técnica para evaluar la economía y ajustar las tasas de interés sin presiones externas. Que un expresidente —y actual figura política influyente— sugiera la destitución de Powell no solo es inusual, sino potencialmente dañino para la arquitectura institucional que ha sostenido la estabilidad financiera de Estados Unidos durante décadas.

Una ola de incertidumbre en los mercados

Los mercados no temen tanto a las tasas altas como temen a lo desconocido. Y esta narrativa alimenta incertidumbre en varios frentes:

·      ¿Habrá un cambio abrupto en la conducción de la política monetaria?

·      ¿Se están tomando decisiones bajo presión política?

·      ¿Qué precedentes se estarían estableciendo?

La caída del dólar y del S&P 500, además del repunte de activos refugio como el oro, son síntomas de esta falta de claridad. Cuando la brújula de los mercados —la Fed— empieza a ser vista como influenciable, todo el sistema pierde confianza.

Un precedente institucional delicado

Aunque la ley permite la destitución del presidente de la Fed en ciertos casos, hacerlo sin una causa técnica clara abriría una caja de Pandora. Convertir al banco central en un blanco político podría tener consecuencias profundas y duraderas. El daño no sería solo inmediato, sino estructural: los futuros presidentes podrían sentir que tienen carta blanca para intervenir si la Fed no actúa conforme a sus agendas.

¿Estrategia política o riesgo sistémico?

No es casual que esta crítica surja en un contexto electoral. Trump parece estar utilizando esta narrativa para reforzar una imagen de defensor del pueblo frente a las élites técnicas que, según él, han fallado en controlar la inflación. Es un discurso con poder retórico, pero que pone en juego pilares clave del sistema económico estadounidense.

Conclusión: la economía no solo se rige por cifras, sino también por confianza.

Y la confianza en la Reserva Federal como árbitro imparcial es uno de los activos más valiosos —y frágiles— del sistema. Cualquier señal de que esta independencia se encuentra bajo amenaza merece atención, análisis… y cautela.