Por: Eddy Silvera
Asesor Financiero | Panamá
Los nuevos modelos de negocios e inversiones en turismo espacial y turismo extremo, como los viajes en cohetes y los viajes al fondo del mar, representan un campo emergente y emocionante en la industria del turismo. Sin embargo, también conllevan importantes consideraciones en términos de inversión y riesgo.
Viajes al espacio:
En primer lugar, es importante destacar que tanto el turismo espacial como el turismo extremo son sectores relativamente nuevos y, por lo tanto, están en desarrollo. Esto significa que las oportunidades de inversión en estos campos pueden ser altamente especulativas y están sujetas a riesgos significativos. Por ejemplo, las tecnologías necesarias para llevar a cabo viajes en cohetes comerciales aún están en proceso de desarrollo y, a menudo, requieren inversiones considerables en investigación y desarrollo.
En el caso del turismo espacial, las inversiones se dirigen hacia compañías que están construyendo cohetes reutilizables y cápsulas espaciales diseñadas para transportar a turistas al espacio. Empresas como SpaceX, Blue Origin y Virgin Galactic han estado liderando la carrera en este campo. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el turismo espacial enfrenta desafíos tecnológicos, regulatorios y de seguridad significativos. Los riesgos asociados con los viajes espaciales, como los posibles accidentes o la falta de una infraestructura espacial establecida, deben ser considerados cuidadosamente antes de realizar inversiones.
Los viajes espaciales parecen estar en pleno crecimiento gracias a las inversiones de los mega millonarios como Elon Musk o Jeff Bezos en la industria aeroespacial. Con sus proyectos SpaceX y Blue Origin respectivamente, ambos magnates compiten por tener los desarrollos tecnológicos más modernos para facilitar los viajes al espacio exterior.
Sin ir más lejos, Blue Origin logró en julio de 2021 lanzar la primera cápsula espacial con personas dentro -incluido el propio Bezos- que pudieron observar y disfrutar por algunos minutos de una experiencia única en la zona de “gravedad 0″, hasta que la capsula comenzó su descenso a tierra. El proyecto fue todo un éxito, y se acuñó el título de ser uno de los primeros proyectos de turismo espacial.
Sin embargo, existen otros proyectos en desarrollo que prometen ser más atractivos y que permitirían disfrutar de las vistas más espectaculares por más tiempo. La compañía Space Perspective está preparando una nave espacial que emula la forma de los globos aerostáticos y que prevé ofrecer viajes de 6 horas a 32 kilómetros sobre la superficie terrestre, según está estipulado, serán dos horas de ascenso, dos horas para disfrutar de la calma del espacio y dos horas más para regresar. La nueva nave que promete revolucionar la industria del turismo fue bautizada Neptune One.
Si bien el éxito del proyecto puede generar dudas, el mismo es llevado a cabo por el matrimonio de Jane Poynter y Taber MacCallum, ambos han acumulado muchos logros en el campo aeroespacial durante los últimos 20 años, tal como detalla Forbes. Como fundadores de Paragon Space Developers Corporation han perfeccionado tecnologías para naves espaciales, incluida la Estación Espacial Internacional, y también han asesorado a Musk en sus desarrollos aeroespaciales.
La misión de este proyecto es inspirar a los exploradores espaciales a conectarse más estrechamente con nuestro planeta y entre ellos, y el entorno en el que viajan con nosotros es fundamental para esto. Nuestro Space Lounge está a un mundo de distancia de los ambientes utilitarios blancos que encuentras en otras naves espaciales. Ofrece a los viajeros la oportunidad de tomar fotografías fenomenales, educarse a través de nuestro piloto experto y contenido interactivo, disfrutar de experiencias gastronómicas únicas en la vida y, por supuesto, simplemente disfrutar de las vistas.
El objetivo del Neptune One es ofrecer una experiencia para cualquier persona sin la necesidad de que sea un experto o tenga que atravesar un exhaustivo entrenamiento espacial. El enfoque es el lujo y la comodidad, pero ahora, en el espacio exterior.
El salón de la cápsula será espacioso, tendrá una superficie de 18,5 metros cuadrados, ventanas de más de un metro y medio de alto y más de medio metro de ancho, que le permitirán a los pasajeros estirarse libremente y observar las vistas más espectaculares jamás imaginadas. En total podrán abordar la nave unas 8 personas que viajarán en cómodos sillones personalizables, y en un ambiente con luces y decoración que también serán configurables.
Según informaron desde la empresa, si todos los procedimientos y pruebas salen según sus planes, el primer despegue del Neptune One tendrá lugar a fines de 2024 en el Space Coast Air and Spaceport, ubicado junto al Centro Espacial Kennedy de la NASA en el Estado de Florida, Estados Unidos.
El amerizaje sería en el océano donde los pasajeros serían recogidos por un barco. Los planes a futuro de la empresa incluyen despegues desde varios puntos alrededor del mundo para proporcionar diferentes vistas desde el espacio. Pero aunque las reservas están abiertas, la primera disponibilidad es en 2025; las primeras 600 plazas ya están agotadas. Según informó la revista especializada en negocios, el precio del ticket rondará los USD 125.000.
Viajes al Fondo del Mar:
Por otro lado, el turismo extremo, como los viajes al fondo del mar, también presenta oportunidades de inversión interesantes. Estas inversiones podrían dirigirse hacia la construcción de submarinos turísticos y la infraestructura necesaria para permitir a los turistas explorar el mundo submarino en profundidades extremas. Sin embargo, este tipo de proyectos también conlleva riesgos considerables, como la seguridad de los turistas en ambientes extremos, la sostenibilidad ambiental y la regulación adecuada para garantizar una experiencia segura y responsable.
El turismo de lujo siempre se ha dirigido hacia los destinos más exóticos. En pleno 2021, el desarrollo de la tecnología y la industria ha permitido que los viajes espaciales para civiles se conviertan en una realidad, con grandes emprendedores como Jeff Bezos, Richard Branson o Elon Musk apostando por un negocio que podría marcar el futuro del turismo.
Pero no es el único destino reservado para el turismo de lujo que podría convertirse en un negocio multimillonario. En este sentido, el fondo del mar también tiene grandes posibilidades para que los turistas más ricos puedan explorar y divertirse durante sus vacaciones.
Tal y como explican los expertos, este tipo de viajes están aún por explorar, y puede convertirse en una de las opciones preferidas para el turismo de lujo durante los próximos años. Sin embargo, el respeto por la naturaleza reduce de manera significativa el número de viajeros que podrían acceder a este tipo de experiencias. “Tenemos que gestionar los flujos de turismo para que el fondo del mar no se convierta en un parque temático, pero hay mucho potencial”, afirman.
Animales marinos en su hábitat natural, los restos de naufragios centenarios, una amplia variedad de plantas y paisajes submarinos espectaculares… Son algunos de los principales reclamos que el turismo de lujo busca en estos viajes.
Sin embargo, las empresas que se dediquen a este sector deberán prestar especial atención a la conservación de estos recursos naturales. “Si solo vamos a querer vender un fondo bonito para hacerse un selfie, el reto es sencillo, pero si queremos sacar partido al legado para transmitir y poner en valor la historia del fondo marino, estamos ante un gran desafío”, apuntan los expertos.
La atracción por el fondo del mar del turismo de lujo responde a la necesidad de encontrar destinos exclusivos, así como a la tendencia de conocer mejor la belleza de nuestro planeta. En este sentido, los viajes submarinos se suman al recién estrenado turismo espacial, un sector reservado para los bolsillos más pudientes y donde Jeff Bezos, Richard Branson o Elon Musk están posicionándose para conseguir el próximo ‘pelotazo’ emprendedor.
Conclusión
En general, los nuevos modelos de negocios e inversiones en turismo espacial y turismo extremo pueden ser emocionantes, pero es fundamental realizar una investigación exhaustiva y tener en cuenta los riesgos asociados. Es recomendable evaluar cuidadosamente las perspectivas tecnológicas, la competencia en el mercado, la seguridad y las regulaciones, así como las consideraciones financieras antes de invertir en estas áreas. Asimismo, es importante estar preparado para una posible volatilidad en estas industrias en desarrollo.
Anexo: Los impactos de los viajes espaciales
Actualmente, los viajes comerciales son los responsables del 2% de las emisiones de CO2, principal gas causante del efecto invernadero. A diferencia de los aviones comerciales, los cohetes actuales usan hidrógeno líquido. Además, son menos los vuelos espaciales que los comerciales.
Debido al impacto ambiental, las principales empresas, Airbus y Boeing, piden incentivos oficiales en vez de penalizaciones por el impacto ambiental. Además, reafirman sus compromisos de reducir en un 50% dichas emisiones en 2050 respecto del nivel de 2005, mediante una gestión más eficiente del tráfico aéreo y la reducción del consumo de querosene. Se suma el reto de apoyar el desarrollo tecnológico de aviones de motor eléctrico y de combustible alternativo como biocarburantes o hidrógeno.
En cuanto al turismo espacial, existe la pregunta de si se justifica una inversión de 1.000 millones de dólares y 17 años de trabajo a pesar de la posibilidad de accidentes, el riesgo de trabajar con cohetes y que no es claro que este proyecto contribuya a la humanidad.
Los viajes comerciales son los responsables del 2% de las emisiones de CO2, principal gas causante del efecto invernadero El nuevo turismo espacial trae consigo el riesgo de la militarización y de la contaminación del espacio. Por este motivo, la carrera espacial de Bezos y Branson ha sido calificada como consumismo ofensivo y ostentoso.
Sin embargo, hay que aceptar que detrás de este turismo hay intereses humanos que no son tan superficiales, como lo son las motivaciones de una experiencia humana singular. El turismo espacial puede empezar con vuelos suborbitales bajos que ofrezcan experiencias satisfactorias y vistas espectaculares de la Tierra, mientras el sistema tecnológico se desarrolla.
El actual presupuesto de la NASA, estimado en 35 mil millones en 2023, es el 40% del que se le asignaba medio siglo atrás, cuando John F. Kennedy era presidente de Estados Unidos. La inversión privada va a beneficiar a la industria espacial.
La privatización de la industria aeroespacial invita a examinar lo ocurrido con el internet, un caso similar. Inicialmente, el internet fue una herramienta militar, que gracias al mercado pudo detonar. Esto trajo beneficios como la democratización de la información, la libertad de expresión y mayores opciones para el aprendizaje, entre otros.
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