Por: Eddy Silvera
Asesor Financiero Panamá
Los desastres naturales como los huracanes no solo representan una amenaza inmediata para la vida y la propiedad, sino que también causan profundos impactos económicos en las regiones afectadas. En 2024, los huracanes Helene y Milton han sido dos fenómenos que han golpeado con fuerza a Estados Unidos, en especial a Florida, dejando consecuencias económicas que se sentirán durante años.
Huracán Helene: Daños Extensos y Costos Altísimos
El huracán Helene, que tocó tierra en Florida a finales de septiembre de 2024, causó más de 47 mil millones de dólares en daños. Este fenómeno climático afectó propiedades, infraestructura, y dejó a miles de personas sin hogar. El informe de CoreLogic revela que una gran parte de estas pérdidas no estaban aseguradas, lo que agrava la situación para los propietarios que deberán afrontar las reparaciones sin ayuda financiera de los seguros.
Las inundaciones generalizadas y los fuertes vientos afectaron no solo a Florida, sino también a otros estados del sureste de EE. UU., como Carolina del Norte y Georgia, lo que ralentizó la recuperación de la región. Más de 230 personas perdieron la vida, y millones de hogares quedaron sin electricidad, lo que incrementa los costos operativos para restaurar los servicios básicos.
Huracán Milton: Un Segundo Golpe Catastrófico
Apenas días después del paso de Helene, el huracán Milton se fortaleció rápidamente, alcanzando la categoría 5, lo que lo convierte en una de las tormentas más peligrosas en azotar Florida en las últimas décadas. Las estimaciones iniciales indican que este nuevo huracán provocará una de las evacuaciones más grandes desde el huracán Irma en 2017, con millones de residentes obligados a abandonar sus hogares.
El huracán Milton amenaza con paralizar las rutas comerciales y los puertos clave en el Golfo de México, lo que impactará gravemente la logística y el comercio internacional. Se prevé que las interrupciones en los puertos retrasarán la distribución de mercancías durante días o semanas, afectando la cadena de suministro y generando un aumento en los precios de productos básicos.
Las Cifras de Helene y Milton: Un Golpe al Sector Asegurador
El huracán Helene tocó tierra en septiembre de 2024 como una tormenta de categoría 4, causando pérdidas económicas que superan los 47 mil millones de dólares, principalmente en los estados de Florida, Carolina del Norte, y Carolina del Sur. Lo que agrava la situación es que una parte importante de estas pérdidas no estaba asegurada, particularmente en las áreas afectadas por inundaciones. Esto plantea una dificultad adicional para los propietarios, quienes ahora deben hacer frente a los altos costos de reparación sin respaldo financiero.
"RBC Capital calcula que El huracán Milton podría costar US$ 60.000 millones a las aseguradoras."
Solo días después, el huracán Milton, una tormenta de categoría 5, amenaza con infligir daños aún mayores. Se anticipa que las aseguradoras verán una nueva ola de reclamaciones debido a los vientos destructivos y las inundaciones esperadas en Florida y otros estados de la costa este. Milton ha sido calificado como uno de los huracanes más peligrosos de la historia reciente, y las pérdidas podrían ser comparables o incluso superiores a las de Helene.
Las Aseguradoras ante una Tormenta Perfecta
El desafío para las aseguradoras no solo reside en la magnitud de las reclamaciones, sino en la insuficiencia de cobertura en algunas áreas. Muchas propiedades no cuentan con seguros contra inundaciones, lo que deja a las aseguradoras en una situación compleja: deben pagar grandes sumas por daños asegurados, mientras que los propietarios no asegurados asumen costos extremos. Según estimaciones, las pérdidas totales, tanto aseguradas como no aseguradas, podrían ascender a 30 mil millones de dólares solo en inundaciones, exacerbando la carga financiera de las aseguradoras.
Además, las interrupciones en el comercio y la logística complican aún más la situación. Los puertos del Golfo de México y las rutas de transporte clave han sido paralizados, afectando el comercio internacional y la cadena de suministro de muchas empresas. Este colapso logístico añade otro elemento de riesgo para las aseguradoras, que también deben lidiar con reclamaciones relacionadas con daños en fábricas, almacenes y otras infraestructuras comerciales.
Consecuencias a Largo Plazo para el Sector Asegurador
Los desastres naturales como Helene y Milton son un recordatorio brutal de la creciente amenaza que representa el cambio climático para el sector asegurador. La mayor frecuencia e intensidad de estos eventos podría obligar a las aseguradoras a reconsiderar su enfoque hacia la gestión de riesgos y a aumentar las primas de seguros en áreas de alto riesgo. Esta tendencia podría llevar a que menos personas y empresas puedan permitirse los seguros necesarios, dejando una brecha significativa de protección financiera.
En conclusión, el impacto de los huracanes en 2024 plantea desafíos profundos para el sector asegurador, que deberá encontrar soluciones innovadoras para manejar el aumento de reclamaciones y prepararse para futuros eventos climáticos extremos. A medida que la región se recupera de Helene y se prepara para las devastaciones de Milton, queda claro que el costo económico será enorme, con repercusiones a largo plazo para la economía y la estabilidad financiera de miles de familias y empresas.
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